Este Congreso es tuyo, que es más que decir que es para ti. Y saldrás del espacio en el que se ha celebrado el Congreso para ir abriendo llaves de otros espacios y contextos entendiendo que existe una gran llave maestra que es la de la comunidad educativa, de la que todas las personas formamos parte. Es tan maestra que a veces encaja y otras no, como la vida misma. La apertura personal será la primera puerta y el preguntarte ¿qué me llevo para aplicarme? será esencial para entender el mundo del metaverso como ese proceso (metaemocional, metacognitivo y metasocial) de aprendizaje y desaprendizaje constante en el que se quiere mejorar como persona y profesional.
Con ese inicial acceso, en el que ya está tu mirada, irás alcanzando la abertura a tu casa (¿qué cuento de lo escuchado?…), tu centro educativo (¿cómo lo traspaso a mi aula, patio, claustro, familias, etc.?…) y tus otros ámbitos de crecimiento (¿qué le expreso a mis amistades?…). Es decir, sentirás el poder de la reflexión-acción de ¿para qué todo este Congreso?
De esta forma, en este metaverso «final», iremos repasando lo vivido en el Congreso (contraversia, diversa, metaconexión, conversa, experiencias y comunicaciones) para ser conscientes que ahora está en tu poder hacer inmersión, gota a gota, de lo aprendido para hacerlo tuyo y, por ende, de los demás. Hacer metaverso es una forma de vida en la que todo empieza por ti y se contagia e inspira a los que te rodean y a tus proyectos, acciones y visiones.
Siente y recuerda que este Congreso es tuyo, porque verso lleva la v de vital, la e de energía, la r de rigurosidad, la s de silencio y la o de oportunidad. Si a esto le sumas lo meta, vas hasta el infinito y más allá. Meta empieza por m como (ad)mirar la educación.
Y siempre, siempre gracias por saber, ser y estar.
De lo que versa el Congreso haremos verso.